martes, 15 de diciembre de 2009

La buena planificación y la acción

Se acabó el tiempo de la visión y comenzó el de la operación. A partir de aquí será importante que el emprendedor esté completa­mente seguro de que la empresa que desarrollará no solamente tie­ne perspectivas de negocio, sino que también le gusta. Por ejemplo, si decide poner un negocio de souvenirs, por pequeño que sea, por­que le gusta elaborar objetos y artesanías, no solamente tendrá esta tarea cuasi artística. También tendrá que:
• lidiar con trabajadores y proveedores.
• verificar aspectos de higiene.
• procesar los pagos con tarjetas de crédito.
• escuchar y atender a los clientes difíciles.
• hacer frente a imprevistas actividades y problemas.
El desarrollo empresarial será el que rija las actividades del em­prendedor durante muchos años; comprender esto es necesario, así no habrá desvío de tiempo ni de metas, hacia el objetivo al que se pretende llegar.

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